De onde vem nosso jeitinho, nosso modo de falar,
nossa malandragem? Depois de mais uma temporada de escândalos políticos, a
discussão em torno da origem do caráter nacional está de volta
Afinal, quem somos nós, os brasileiros?
À primeira vista, a resposta para essa pergunta é fácil: somos o produto da
miscigenação entre os colonizadores portugueses, os índios que aqui viviam e os
africanos trazidos como mão-de-obra escrava, além dos imigrantes que chegaram
entre os séculos 19 e 20 – como alemães, italianos, japoneses. Até aí, tudo
bem. Somos, enfim, um povo mestiço genética e culturalmente que, apesar da
diversidade, compartilha certos traços em comum.
Ninguém contesta: no Brasil, a língua
portuguesa reina absoluta. Mas o que faz com que os brasileiros se comuniquem
de forma tão diferente da de pessoas de outros países, inclusive de Portugal?
Por que, quase sempre, preferimos tirar alguma dúvida pessoalmente do que lendo
o manual de instruções?
Segundo a pesquisadora Eni Orlandi, do
Instituto de Estudos da Linguagem da Unicamp, a preferência pela língua falada
no Brasil não estaria apenas ligada a um traço psicológico ou às altas taxas de
analfabetismo do país. “Minha tese é de que essa preferência vem do fato de que
convivemos durante séculos com 2 línguas: a portuguesa, usada nos documentos, e
a chamada língua geral (o tupi adaptado pelos jesuítas para converter os
índios), falada no dia-a-dia, dentro das casas”, diz Eni.
Como
a língua geral não era escrita, ela acredita que estaria aí a origem de nossa
tendência para resolver qualquer coisa na conversa. “Diferentemente do que
muita gente leu nos livros escolares, a influência do tupi em nossa língua não
ficou restrita a alguns vocábulos como abacaxi, jibóia, açaí”, diz. “A língua
geral teve um papel decisivo, ainda que não tenhamos consciência disso, em
nossa forma de falar.”
Por
que somos malandros
Aconteceu
em 1943, após uma visita de Walt Disney ao Brasil, como parte da política de
“boa vizinhança” dos EUA que visava reforçar os laços com os sul- americanos
durante a 2a Guerra Mundial. Naquele ano, Pato Donald apresentaria um novo
companheiro no filme Alô, Amigos: seu nome era Joe Carioca, para os americanos,
ou Zé Carioca, para os brasileiros, um simpático e falante papagaio. Dali em
diante, a imagem do brasileiro se firmava como a de uma espécie de bon vivant
tropical, cheio de ginga, que não se adaptava a empregos formais e vivia de
“bicos”.
Mas,
muitos anos antes de ganhar o mundo, a figura típica do “bom malandro” já
estava presente no imaginário do Brasil. A antropóloga Lilia Schwarcz,
pesquisadora do tema, diz que o advento do malandro está vinculado à questão
racial no país. O malandro seria a figura do mulato brasileiro que dribla o
preconceito e consegue uma certa ascensão social por meio de favores
conquistados com ginga e simpatia.
T. Rodrigo Cavalcante
Traducción al español - Google
trampa
¿De dónde viene nuestra pequeña manera, nuestra expresión, nuestra engaño? Después de otra temporada de escándalos políticos, la discusión sobre el origen nacional personaje está de vuelta
Después de todo, ¿quiénes somos nosotros, los brasileños? A primera vista, la respuesta a esa pregunta es fácil: somos el producto del mestizaje entre los colonizadores portugueses, los indios que vivían aquí y africanos traídos como mano de obra, mano de obra esclava, además de los inmigrantes que llegaron entre los siglos 19 y 20 - como el alemán, italiano, japonés. Hasta aquí todo bien. Estamos, en definitiva, un mestizo personas genéticos y culturales que a pesar de la diversidad, comparten ciertos rasgos en común.
Nadie pone en duda: en Brasil, el idioma portugués reina. Pero lo que hace que los brasileños para comunicarse de manera diferente a personas de otros países, como Portugal? ¿Por qué casi siempre prefieren tomar alguna pregunta en persona que leer el manual de instrucciones?
De acuerdo con Eni Orlandi investigador del Instituto de Estudios del Lenguaje de la Unicamp, la preferencia por la lengua hablada en Brasil no sólo estar vinculado a un rasgo psicológico o de altas tasas de analfabetismo del país. "Mi tesis es que esta preferencia se deriva del hecho de que vivimos durante siglos con dos idiomas: portugués, que se utiliza en los documentos, y llamó a la lengua general (tupí adaptado por los jesuitas para convertir a los indios), que se habla en la vida cotidiana día, dentro de las casas ", dijo Eni.
A medida que el lenguaje general no estaba escribiendo, ella cree que no habría la fuente de nuestra tendencia a resolver nada en la conversación. "A diferencia de muchas personas leen en los libros de texto, la influencia de Tupi, en nuestro idioma no se limita a unas pocas palabras como la piña, la boa, el acai", dice. "El lenguaje general jugó un papel decisivo, aunque no es consciente de ello, en nuestra forma de hablar."
¿Por qué son pícaros
Ocurrió en 1943, después de una visita a Walt Disney a Brasil como parte de la política de Estados Unidos "buen vecino", destinada a reforzar los lazos con los sudamericanos durante la segunda guerra mundial. Ese año, el Pato Donald presentaría un nuevo compañero en la película Hola, amigos: su nombre era José Carioca, para los estadounidenses, o Zé Carioca, para los brasileños, loro amable y hablador. A partir de entonces, la imagen de Brasil tomó como una especie de tropical vividor, lleno de arrogancia, que no se ajustaba a los puestos de trabajo formales y vivió en "Luz de luna".
Pero muchos años antes de ganar el mundo, la típica figura de "buena tramposo" ya estaba presente en la mente de Brasil. La antropóloga Lilia Schwarcz, investigador tema dice que la llegada del tramposo está vinculada a la cuestión racial en el país. El bribón sería la figura del mulato brasileño que regatea prejuicios y obtener una cierta movilidad social a través de favores conquistado con el swing y la simpatía.
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